Mi experiencia
La
experiencia vivida fue maravillosa, le agradezco a Dios primeramente y a la
Santísima Virgen María por permitirme ser parte de esta gran acción como lo es
enseñar, contribuir en la formación de los niños es algo increíble porque no
sólo, los guías por el camino a emprender, sino que muchas veces se aprende de
ellos lo que te permite crecer día a día. A mis padres y tíos por estar siempre
allí apoyándome en todo momento.
En la
institución Carlos Luis Rincón Lubo aprendí muchas cosas, les agradezco que nos
hayan recibido de la mejor manera brindándome su apoyo para poder desempeñar mi
práctica profesional, así como a la maestra Yaritza que me ofreció su ayuda en
todo momento, siendo una persona amable receptiva, flexible que me abrió las
puertas de su salón permitiéndome interactuar con sus alumnos.
A veces
sucede que uno tiene miedo de dar un nuevo paso, a vivir nuevas experiencias;
así me sentí al principio y más cuando me asignaron sexto grado, ya eran los
últimos meses para culminar el año escolar pensé que no podría con el grupo,
pero solo hay que confiar en uno mismo en lo que se puede dar y ofrecer a los
demás, eso es lo que te da la seguridad. Hay que vivir el momento, el presente
y dar lo mejor de sí; como dice la Profesora Nelia las cosas suceden por algo y
tienen una razón de ser lo que me toco era lo que me pertenecía y lo tenía que
aceptar.
Los obstáculos
son solo reflejos de nuestra inseguridad, ser maestro no es fácil conlleva una
gran responsabilidad pero depende de uno el camino que elija y la vocación que
se tenga.
El límite
está en la mente y las ganas de seguir en el corazón… Enseñemos con amor,
tengamos paciencia y no limitemos a nadie contribuyamos a una mejor educación.
Nunca olvidemos que somos afortunados por ser orientadores y mediadores de
aprendizajes significativos.